1953 Messerschmitt Kabinenroller KR 175 Roadster: ¡una joya del museo de Speyer!
El legado del Kabinenroller: El Messerschmitt KR-175, conocido cariñosamente como Kabinenroller o “Cabin Scooter”, fue una creación del brillante ingeniero aeronáutico Fritz Fend. Nacida de una colaboración con el renombrado fabricante de aviones alemán Messerschmitt, esta maravilla de tres ruedas estaba destinada a dejar una huella imborrable en el mundo del automóvil.
Una maravilla en miniatura: a primera vista, este pequeño roadster amarillo puede hacer que un Smart Car moderno parezca tan imponente como un Humvee. Introducido en 1953, era una rama del Fend Flitzer, con un motor monocilíndrico de 174 cc montado en la parte trasera que producía unos modestos nueve caballos de fuerza. Si bien su velocidad máxima era de 50 mph, la característica más distintiva era el dosel de burbujas, que reemplazaba ingeniosamente a las puertas convencionales. La producción del KR 175 duró poco, duró sólo hasta 1955, lo que dio como resultado una producción total relativamente pequeña de aproximadamente 15.000 unidades. Sorprendentemente, estos adorables scooters tenían un precio de 2100 marcos alemanes en 1953 y, hoy en día, se encuentran en el codiciado rango de entre 35 000 y 45 000 dólares estadounidenses.
Un cambio de enfoque: La intrigante historia del Messerschmitt Kabinenroller surge del hecho de que a Messerschmitt, un gigante fabricante de aviones, se le prohibió temporalmente producir aviones después de la Segunda Guerra Mundial. En 1952, Fritz Fend presentó a Messerschmitt una propuesta innovadora: la producción de vehículos de motor pequeños. Estos vehículos se basaron en la creación anterior de Fend, el carro para inválidos Fend Flitzer. Así comenzó el viaje del Kabinenroller.
Un esfuerzo separado: si bien el nombre y el emblema de Messerschmitt adornaban el vehículo, se estableció una entidad distinta, Regensburger Stahl- und Metallbau GmbH, para supervisar su producción y comercialización. El título “Kabinenroller” se traduce acertadamente como “scooter con cabina”, lo que refleja la combinación única de diseño compacto y espacio confortable en la cabina.
Hoy, mientras nos maravillamos ante esta encantadora reliquia en las sagradas salas del Museo Speyer, recordamos una época en la que la innovación no tenía límites. El Messerschmitt Kabinenroller KR 175 Roadster de 1953 sigue siendo un testimonio del ingenio humano y sirve como un preciado recordatorio de una era automovilística que celebraba lo extraordinario en el más diminuto de los paquetes.