Valerie Cody deslumbró a los espectadores con un traje de baño de color naranja brillante, mostrando su estilo vibrante y su energía contagiosa.
El llamativo tono no solo resaltaba su cutis bronceado por el sol, sino que también exudaba una vibra divertida y veraniega.
Con su ajuste favorecedor y diseño elegante, el traje de baño acentuaba su figura y le permitía moverse con facilidad, ya sea que estuviera descansando en la piscina o dándose un chapuzón en el océano.
Su elección de moda sirvió como una declaración audaz, alentando a otros a adoptar colores vivos y sentirse empoderados en su propia piel.